El se despertó primero
y no se quiso mover
tenía esa noche de enero,
a su amor,
a su mujer…
Y se libró del vil recuerdo
de las angustias de ayer,
se sintió un hombre completo
y fue la primera vez.
Amó y se aferró a aquel cuerpo
sediento de calidez,
libidinoso y hambriento…
¡Quería besarla otra vez!
Ella gira dormida,
sin querer se acerca a él…
y él conoce tanto su cuerpo,
que en la oscuridad lo ve.
y ya no podía evitarlo…
¡Quería besarla otra vez!
Embosca pillo sus labios
y se estremece su ser…
ella despierta atrapada,
tan dócil… tan mujer…
Con la súplica de un “suavecito”
tomó el amor sabor de placer
otra vez un solo cuerpo,
otra vez… y otra vez.
Así un “Buenos dias Muñeca”
delató el amanecer…
Y adormitaron de nuevo
sólo para pretender…
que el día empezaba de cero
y volvería a suceder:
Ese despertar de ensueño,
de besos y desnudez
en el que su amor sin frenos
tenía sabor a placer.